Aunque los factores culturales y socioeconómicos varían de una región a otra en todo el mundo, el sector agrícola siempre ha sido la columna vertebral de la sociedad y, como tal, sigue siendo el mismo. Si bien este hecho no cambia, las normas que rigen las operaciones del sector agrícola están sujetas a cambios y mejoras con el tiempo. La Política Agrícola Común (PAC) fue inaugurada por la Unión Europea en 1962 y ha garantizado apoyo financiero tanto a los agricultores como a los productores de vino para que el sector agrícola pueda seguir produciendo en beneficio de todos.
La última reforma de la normativa comunitaria de la PAC se viene debatiendo desde 2017 y se consolidó en la legislación el 6 de diciembre de 2021. Estas nuevas regulaciones entrarán en vigor a partir del 1 de enero.st 2023; por lo tanto, quienes trabajan en el sector agrícola deberán adherirse en consecuencia.
El etiquetado del vino se vuelve electrónico
Entre otras cosas, el nuevo reglamento de la PAC exige que la industria vitivinícola de la UE mejore su forma de etiquetar los productos. Hasta ahora, la UE no exigía a los productores de vino que facilitaran una lista completa de ingredientes en el envase de sus productos, como cabría esperar en los envases de alimentos. Debido al espacio de impresión inherentemente limitado en las etiquetas de las botellas de vino, la información que antes se exigía era el recuento de calorías y la presencia de alérgenos, si los hubiera.
Sin embargo, en la era de la electrónica y los códigos QR, las limitaciones del etiquetado físico se vuelven rápidamente irrelevantes. El espacio que antes ocupaba la información nutricional ahora puede presumir de un código QR que se puede escanear para obtener una lista mucho más completa de ingredientes, junto con un desglose completo de la información nutricional del producto.
Esto no solo hace que las etiquetas de las botellas de vino sean más sencillas y claras de ver, sino que también permite una mayor transparencia entre consumidores y productores. Casi todo el mundo tiene un teléfono inteligente en el bolsillo que puede escanear una Código QR y abrir un enlace a un sitio web a la información pertinente. Esta nueva normativa puede ser el primer paso para modernizar la forma en que los productores de vino se comunican con sus consumidores.
Nueva regulación, nueva oportunidad
Los cambios en las normativas ponen nerviosas a la mayoría de las empresas y negocios, porque tienen que cumplirlas y hacer cambios desde arriba en sus operaciones. Sin embargo, este requisito de etiquetado electrónico podría ofrecer a los productores de vino de la UE una oportunidad de mejorar su publicidad.
El nuevo reglamento exige que todos los productos de vino que se vendan en la UE incluyan etiquetas electrónicas con información completa sobre los ingredientes. Esto también incluye a los productores de vino de fuera de la UE. Por otra parte, los productores de vino que vendan fuera de la UE tienen el privilegio adicional de utilizar este nuevo canal digital para transmitir información a los consumidores y publicitar sus productos.
En pocas palabras, la nueva regulación otorga a los productores locales del sector un nuevo escenario para su comercialización y ventas. Para aprovecharlo al máximo, resulta impertinente que los productores de vino diseñen sus códigos QR con inteligencia. Si bien un buen Código QR puede ayudar a sus marcas a transmitir información de manera más efectiva, un código QR mal diseñado puede dar una mala imagen de su marca.
Un código QR fallido no solo desanimará a cualquier cliente que intente escanearlo (y se encontrará con un enlace que no se abrió), sino que también significará un fracaso para la marca en el cumplimiento de las nuevas regulaciones. Cuando el cumplimiento de una nueva regulación puede aumentar la competitividad de una marca al mismo tiempo, existe una situación en la que todos ganan. Y ahí es donde tener socios de códigos QR como Unitag puede hacer toda la diferencia
Dado que las regulaciones permiten que la información de ventas y marketing varíe según las regiones, el código QR también debe adaptarse en función del lugar donde se escanee. Unitag Utiliza geoetiquetado para sacar el máximo partido a un único código QR dinámico. Esto permite a los actores del sector vitivinícola de la UE comercializar sus productos junto con la información necesaria y respetando las normas de competencia de la UE.
Esta reforma de la PAC de 2023 también ofrece a los consumidores una mayor transparencia sobre los detalles de las bebidas alcohólicas que consumen. Ahora pueden escanear un código y leer los ingredientes, como el contenido de alcohol y si hay o no aditivos en su vino. Los entendidos en vinos agradecerán esta mayor información detallada sobre el proceso de elaboración de su vino desde los viñedos hasta las botellas.
Por supuesto, en el ámbito de la digitalización también está el problema del seguimiento y la recopilación electrónica de datos de los usuarios. Nos guste o no, por mucho que la tecnología nos facilite la vida, también compromete más que nunca nuestra privacidad. La normativa de etiquetado electrónico de la PAC prohíbe la recopilación de datos de los usuarios. Sin embargo, los servicios de códigos QR fuera de la UE no están sujetos a esta prohibición. Por tanto, un socio inadecuado puede hacer que un productor de vino infrinja la normativa, lo que puede empañar la confianza entre los consumidores y la industria.
Aquí es donde resulta útil asociarse con un especialista en códigos QR como Unitag Se vuelve crucial. Así como debe haber transparencia entre vendedores y compradores de vino, debe haber transparencia y confianza entre el proveedor de servicios de códigos QR y la industria del vino. Teniendo en cuenta todos estos factores, esta nueva regulación de la PAC puede ser un gran paso en la forma en que la industria del vino de la UE maneja las relaciones con los clientes y el marketing.
Unitag ha desarrollado su producto específico para la industria vitivinícola como fruto de un asociación con Occitanic, un reconocido actor europeo en WineTech. Esta colaboración ha permitido que el producto fuera adecuado para el complejo mercado de la industria del vino y las bebidas espirituosas, ofreciendo a los clientes la mejor experiencia posible para sus necesidades regulatorias.